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El sistema X Window, habitualmente llamado X, fue desarrollado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en colaboración con Digital Equipment Corporation, dentro del llamado Proyecto Athena. La primera versión fué desarrollada en 1984. Desde entoces se han desarrollado varias versiones, siendo la 11 (X11) que se lanzó en 1987 la más reciente. En marzo de 1988 se liberó la actualización 2 (X11 release 2). El mismo año, la actualización 3, en enero de 1990 la actualización 4, que supuso la explosión de su difusión, y en 1992, la actualización 5... A fecha de 9 de Febrero de 2005 la X.Org Foundation anuncia la X Window System Version 11, Release 6.8.2 (X11R6.8.2).
El X11 ha sido adoptado como sistema de ventanas estándar de la industria con el apoyo de un consorcio de las principales compañías de computación como DEC, HP, SUN e IBM. A pesar de haberse difundido en el mundo UNIX, el sistema X Window no es un producto UNIX. No hay nada en X que lo restrinja a un sistema operativo en concreto. De hecho existen servidores X para sistemas DOS, OS/2, Macintosh, Windows...
Definir lo que es X resulta posiblemente complicado, su desarrollo tuvo en consideración desde el principio, el hecho de que los sistemas en los que se iba a aplicar trabajaban en red. Esto hace que sea necesario entrar en detalle en la forma que este sistema emplea el concepto cliente-servidor. A cambio X se convierte en una de las soluciones más válidas a la hora de compartir aplicaciones en red y tiempo de proceso entre distintas máquinas. X es la precursora de los sistemas que se están desarrollando en la actualidad para dotar de esta capacidad a otros sistemas operativos.
Debe quedar claro desde el principio que X no es solamente un interfaz gráfico de usuario (GUI) al estilo de Microsoft Windows, sino que además es distribuido. Veamos esto con detalle. El servidor X que se ejecuta en su ordenador controlando el monitor, teclado y ratón, responderá a los comandos enviados por el cliente X que abre una ventana y dibuja en ella. Como vemos el servidor realiza el servicio solicitado por el cliente. El cliente puede encontrarse en la misma máquina o enviar sus datos a través de la red por medio de un protocolo conocido por ambos. Los clientes por tanto pueden ser locales o remotos.
Aquí es donde se aprecia la diferencia que existe entre el servidor X y otros servidores, como pueden ser de base de datos, archivos, etc...; mientras que estos servidores se ejecutan en máquinas remotas, el servidor X es un proceso que se ejecuta siempre en la máquina en la que está localizado el monitor.
En el modelo de red la aplicación se ejecuta en el ordenador central o servidor, en donde el cliente X transmite la salida al ordenador cliente, que es en donde se ejecuta el servidor X.
En el modelo estación de trabajo, las aplicaciones, el cliente X y el servidor X, corren todas como procesos locales, aquí es donde parece comportarse como otros GUI's.
Debe mantener esta distinción presente cuando trabaje con el modelo cliente-servidor X.
Resumiendo, es posible gracias al sistema X Window, ejecutar aplicaciones en cualquier ordenador de la red, y trabajar con ellas en cualquier display que esté conectado a esa red. Entendiendo como display a cualquier ordenador de la red que sea capaz de correr un servidor X.
Otro aspecto a tener en cuenta es el referente al administrador de ventanas o administrador de escritorio. Un administrador de ventanas es simplemente un programa cliente más que se encarga de proporcionar el aspecto y funcionalidad de las aplicaciones cliente. Esto permite que podamos utilizar cualquiera de los administradores de ventanas que estén disponibles para el sistema operativo que utilizemos e incluso que nos podamos construir nosotros mismos uno. El administrador de escritorio proporciona además de un administrador de ventanas una implementación coherente y uniforme de funciones como pueden ser la interfaz del programador de interfaces (API), un corredor de solicitudes de objetos (ORB), herramientas para la configuración del escritorio, administración de sesión y lo más importante, programas de aplicación.
La uniformidad de las funciones de un sistema integrado o administrador de escritorio va necesariamente más allá de la rudimentaria oferta de X Window y un gestor de escritorio como interfaz de usuario. Las desventajas de esto son su tamaño y complejidad, que aumentan los requisitos necesarios en la máquina que corre el servidor X.
El X11 ha sido adoptado como sistema de ventanas estándar de la industria con el apoyo de un consorcio de las principales compañías de computación como DEC, HP, SUN e IBM. A pesar de haberse difundido en el mundo UNIX, el sistema X Window no es un producto UNIX. No hay nada en X que lo restrinja a un sistema operativo en concreto. De hecho existen servidores X para sistemas DOS, OS/2, Macintosh, Windows...
Definir lo que es X resulta posiblemente complicado, su desarrollo tuvo en consideración desde el principio, el hecho de que los sistemas en los que se iba a aplicar trabajaban en red. Esto hace que sea necesario entrar en detalle en la forma que este sistema emplea el concepto cliente-servidor. A cambio X se convierte en una de las soluciones más válidas a la hora de compartir aplicaciones en red y tiempo de proceso entre distintas máquinas. X es la precursora de los sistemas que se están desarrollando en la actualidad para dotar de esta capacidad a otros sistemas operativos.
Debe quedar claro desde el principio que X no es solamente un interfaz gráfico de usuario (GUI) al estilo de Microsoft Windows, sino que además es distribuido. Veamos esto con detalle. El servidor X que se ejecuta en su ordenador controlando el monitor, teclado y ratón, responderá a los comandos enviados por el cliente X que abre una ventana y dibuja en ella. Como vemos el servidor realiza el servicio solicitado por el cliente. El cliente puede encontrarse en la misma máquina o enviar sus datos a través de la red por medio de un protocolo conocido por ambos. Los clientes por tanto pueden ser locales o remotos.
Aquí es donde se aprecia la diferencia que existe entre el servidor X y otros servidores, como pueden ser de base de datos, archivos, etc...; mientras que estos servidores se ejecutan en máquinas remotas, el servidor X es un proceso que se ejecuta siempre en la máquina en la que está localizado el monitor.
En el modelo de red la aplicación se ejecuta en el ordenador central o servidor, en donde el cliente X transmite la salida al ordenador cliente, que es en donde se ejecuta el servidor X.
En el modelo estación de trabajo, las aplicaciones, el cliente X y el servidor X, corren todas como procesos locales, aquí es donde parece comportarse como otros GUI's.
Debe mantener esta distinción presente cuando trabaje con el modelo cliente-servidor X.
Resumiendo, es posible gracias al sistema X Window, ejecutar aplicaciones en cualquier ordenador de la red, y trabajar con ellas en cualquier display que esté conectado a esa red. Entendiendo como display a cualquier ordenador de la red que sea capaz de correr un servidor X.
Otro aspecto a tener en cuenta es el referente al administrador de ventanas o administrador de escritorio. Un administrador de ventanas es simplemente un programa cliente más que se encarga de proporcionar el aspecto y funcionalidad de las aplicaciones cliente. Esto permite que podamos utilizar cualquiera de los administradores de ventanas que estén disponibles para el sistema operativo que utilizemos e incluso que nos podamos construir nosotros mismos uno. El administrador de escritorio proporciona además de un administrador de ventanas una implementación coherente y uniforme de funciones como pueden ser la interfaz del programador de interfaces (API), un corredor de solicitudes de objetos (ORB), herramientas para la configuración del escritorio, administración de sesión y lo más importante, programas de aplicación.
La uniformidad de las funciones de un sistema integrado o administrador de escritorio va necesariamente más allá de la rudimentaria oferta de X Window y un gestor de escritorio como interfaz de usuario. Las desventajas de esto son su tamaño y complejidad, que aumentan los requisitos necesarios en la máquina que corre el servidor X.
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